Avanzando en nuestra sección de Iconos de Moda, hoy queremos repasar un estilo que sigue muy vivo, a pesar de que su historia está cerca de cumplir los 100 años, el vestido de cóctel.
Sus orígenes se remontan a la década de los años 20, cuando la revolución iniciada por Coco Chanel da lugar a una silueta más libre que elimina corsés y telas pegadas al cuerpo. Como resultado de esta revolución, las faldas se acortan y la cintura se libera, permitiendo a la mujer mayor movilidad.
Sin embargo, no es hasta la década de los años 40 cuando de la mano del gran genio Christian Dior los vestidos de cóctel lucen en todo su esplendor. Como consecuencia de nuevas formas de vida, este tipo de vestido pasa a formar parte del vestuario de millones de mujeres, que los utilizan a partir de las 6 de la tarde para salir a tomar cócteles, de ahí su nombre.
Debemos recordar que hace unos años tanto hombres como mujeres (especialmente ellas) se cambiaban de ropa varias veces al día, siendo la hora de la cena el momento de lucir sus mejores galas. Con esta costumbre nace un estilo de vestir que acompaña a las mujeres durante varias décadas, si bien con los años se han terminado relegando a un tipo de acontecimiento más exclusivo, como bodas, bautizos y celebraciones en general.
Tipos de vestidos de cóctel
Podríamos decir que cada época ha tenido su propio estilo de vestido de cóctel, siendo el más conocido el moldeado por el citado Christian Dior. Su “nueva visión” de la mujer, crea un silueta estilizada, de cintura fina y busto generoso, al que acompañan faldas abullonadas con can-can. Después de las restricciones provocadas por el racionamiento de tela durante la segunda guerra mundial, Dior ofrece una visión glamurosa de una mujer que quiere sentirse femenina por encima de todo.
La siguiente década, la de los 60, elimina esta silueta para dotarla de mayor comodidad y de la mano del estilo Jackie Kennedy surge una mujer de cintura estrecha y falta recta, pero que sigue utilizando los vestidos de cóctel durante la tarde.
A partir de entonces y con la liberalización de la mujer como bandera, los vestidos de cóctel quedan relegados a armarios más convencionales, si bien su uso no decae en los eventos formales como celebraciones y reuniones familiares.
Cómo lucir un vestido de cóctel
Hoy en día no hay una norma fija en lo que se refiere a vestimenta. Sí es verdad que existen una serie de normas de protocolo, como que una invitada a una boda nunca debe ir de blanco, puesto que este color se reserva a la novia. Fuera de determinados ámbitos, cada mujer puede (y debe) lucir su propio estilo.
Por eso no encontrarás un criterio único sobre cómo lucir un vestido de cóctel. Según qué circunstancias podrás llevarlos en la oficina o en un evento más exclusivo, eso depende de ti.
Si trabajas en una empresa donde se exige un código de vestimenta más formal, los vestidos de cóctel pueden ser fáciles de llevar por su versatilidad. Puedes combinarlos con chaquetas sobrias para un look más profesional, como el que ves debajo de estas líneas.
Si el evento es más formal, como una boda, el vestido de cóctel es apuesta segura. Puedes buscar una tela de mayor calidad y un acabado más sofisticado, como los de la nueva colección de Rita de Oliveira. ¡Y no olvides los complementos! Pueden llevar un conjunto de moda casual al nivel superior.